La Sacramental en Santianes

Ayer, 22 de junio de 2025, celebramos en Santianes del Rey Silo la fiesta “Sacramental” (el Corpus, que este año coincidía con la misma fecha de la Solemnidad pero no tiene por qué hacerlo).

Una parte crucial de la celebración fueron las alfombras que se prepararon para que el Santísimo las pisara en la procesión que siguió a la misa. La procesión sale por la puerta principal de la iglesia de san Juan y llega hasta lo que en el pueblo se conoce como “el nicho”, que es un altar insertado en un muro. En el nicho se hace la adoración y la bendición al pueblo, y se regresa a la iglesia.

Estas son las imágenes más claras que pude obtener de las alfombras.

Primero, la que se colocó ante el nicho:

alfombra ante el nicho

Todas están hechas a base de sal coloreada; las partes de distintos colores están separadas con chichos (pequeñas alubias, en este caso negras, que marcan los límites de cada zona de color). Requiere dibujar la imagen en una base de papel –varias, habitualmente, pues para poder llevarlas a su sitio hace falta que sean fácilmente transportables; separar, mediante chichos puestos sobre pegamento, cada parte; y rellenar cada una con el color correspondiente.

El color correspondiente “se” fabrica con sal gruesa y tintes de varios colores básicos que se mezclan para obtener el deseado. En este caso, “se” fue Sandra, que debió de pasarse el jueves echando tinte, sal, colores, haciendo la lista de lo que era cada mezcla, calculando la cantidad necesaria… También fue ella, si no me equivoco, quien buscó los diseños y se encargó de imprimirlos en papel.

Ante el altar de la iglesia se puso esta otra preciosidad:

alfombra ante el nicho

Como os podéis imaginar, hace falta un montón de trabajo para rellenar todas esas áreas más o menos grandes con sal. Aparte de que es un trabajo bastante sucio y pegajoso (lo sé porque el año pasado tuve la suerte de poder colaborar, este año no).

La más impresionante (que no necesariamente la más hermosa, pues a mí la del altar me gusta más, y quizás también la del nicho) es la que se colocó en el atrio:

alfombra ante el nicho

Un motivo florar octogonal hermosísimo. En la fotografía no se aprecia el tamaño real pero quizá tiene dos metros de diámetro. No recuerdo y soy muy malo para calcular longitudes a ojo.

Por último, se puso una larga alfombra lineal en el pasillo, entre los bancos, para que el Santísimo solo pisara “flores” en el templo propiamente dicho:

alfombra ante el nicho

En la foto solo se ve la parte que corresponde a la zona desde el escalón hasta el altar. En esta alfombra, el verde oscuro son hojas de pino tomadas de árboles del pueblo (y recortadas…).

Como nos explicó Gaspar en la (preciosa) homilía, el sentido de estas obras de arte es una prueba de fe y amor hacia el Sacramento, y de entrega: se hace para Él y el objetivo es que Él (el sacerdote que le lleva en la custodia) las pise y que se “estropeen” a su paso. Es lo mismo que cualquier regalo: el regalo se da para que se utilice y quien lo hace se goza en ello. Como una madre que prepara una comida de fiesta, o un amigo que regala una pluma rica: se hace la comida para que se coma, se regala la pluma para que se escriba con ella.

Fue una muestra estupenda de fe, ver esas alfombras, y quería con este texto dar de algún modo las gracias a quienes pusieron tanto esfuerzo en confeccionarlas. Solo sé los nombres de Sandra, Pelayo, David, Enrique, Beatriz (y Gaspar, por supuesto), pero sé que hubo más personas que participaron. Gracias. Seguid con este trabajo tan maravilloso que “solo sirve para un día” pero que tanto nos enseña a todos.

Índice

Comentarios (Disqus)

Comentarios gestionados porDisqus