Hopkins a su hermana Katie (fragmento)

Un párrafo de una carta de G.M. Hopkins a su hermana Katie, después de haberse vacunado contra la viruela. (Como siempre, el texto original está en Thornton and Phillips, The Collected Works of G. M. Hopkins…, Oxford 2013).

25 de abril de 1871

Mi querida Katie,

Muchas gracias por tu carta […].

El otro día nos vacunaron a todos […].

Una cosa me puso muy triste el día en que nos vacunaron. Estaba yo saliendo: dejé a unos cuantos compañeros en una sala en la enfermería —algunos acababan de volver de estar con el médico y otros estaban esperando su turno—, todos riendo y conversando. Según bajaba por uno de los pasillos saliendo de la sala, vi a uno de nuestros jóvenes de pie mirando un cuadro. Me pregunté por qué estaría ahí él solo y no se unía a los demás y después me acordé de que había pasado la viruela y estaba profundamente marcado por ella y que había perdido todo lo que podía haber tenido de apuesto y no quería estar con el resto en el momento en que estos se entretenían mientras tomaban una precaución segura contra coger lo que para él ya no podía prevenirse.