Nace un embrión congelado hace 24 años

En una noticia de casi fin de año que publicó la BBC se lee que un embrión que fue congelado como parte del proceso de fecundación in vitro de una mujer hace 24 años, nació en 2017 sano, tras ser implantado en otra mujer. Así, en cierto modo, el niño tiene casi la misma edad que la madre. El embrión fue donado por los padres biológicos (aunque la expresión “donar” no me parece adecuada).

No voy a traducir la noticia porque es breve.

Lo que quiero indicar hoy es que esta sí me parece la forma adecuada de tratar a los embriones congelados (más de 250.000 sólo en España).

No es gestación subrogada

No se trata de que los padres biológicos encarguen a otra persona el embarazo. No tiene nada que ver. Una pareja que desea adoptar decide que, en lugar de un niño ya crecido, prefiere dar una familia a un embrión (una persona en el primer estadio de vida). Los padres de verdad no van a ser los biológicos. Esto requiere, por supuesto, el consentimiento de los padres biológicos (si es que siguen vivos), lo cual el artículo citado ya explica.

No, no estoy a favor de la fecundación in vitro

Esto no quiere decir que apoye la separación intrínseca entre el acto conyugal y la reproducción que requiere la fecundación in vitro. Lo que defiendo es que para esos embriones que ya están en tal situación, el acto de transferirlos al útero de otra mujer es, pura y simplemente, un acto de misericordia: en lugar de consentir que sean tratados como objetos (congelados y mantenidos con vida exclusivamente porque alguien paga la luz mes a mes), se les trata como a personas (lo que defiendo que son) y se procura que pasen de estar en una situación en la que no pueden vivir con dignidad a otra en la que se pueden desarrollar con normalidad.

Los aspectos legales son secundarios. Lo primario es que sean tratados conforme a su dignidad.

Sé que hay teólogos católicos que están en contra porque piensan que se trata de una separación del acto conyugal y el reproductivo (cosa imposible porque ni hay acto conyugal ni hay reproducción en la transferencia). Hay otros que están en contra porque temen que se dé carta blanca a la fecundación in vitro (algo que va contra los hechos: ya se practica sin limitación alguna). A esta segunda pega les respondería que la manumisión de esclavos en la antigüedad sería también algo inmoral porque podría conllevar la generalización de la esclavitud…

Riesgos

Habría que estudiar la tasa de éxito, con el fin de no someter a un riesgo excesivo al embrión en cuestión, dando por supuesto que no se descongelan más embriones que los que se implantarán, “por si acaso”: aquí no cabe el cálculo económico, se está tratando con personas.

Me parece que dentro de unos años (si no es ya) este procedimiento será razonablemente seguro y digno. Al fin y al cabo, sobre un 15 por ciento de los embarazos detectados terminan en un aborto espontáneo (no producido artificialmente), de manera que podría decirse (como contra-argumento, no porque sea verdad) que “quedarse embarazada es un riesgo para el niño”.

Me parece estupendo

Así que, para ese embrión y para todos los que sean sujetos a tal tratamiento, pienso que es la mejor opción y, de hecho, una buena opción. Solo condicionada al tratamiento legal (pues habría que conseguir el placet de los padres biológicos, para que el niño no sufriera conflictos artificiales en el futuro).

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